Cuando pintamos con el corazón lo que pretendemos es a conectarnos con nuestro mundo interior y viajar hacia mundos invisibles de nuestra alma y espíritu.
4 La Postura: "Mi pintura soy yo" debemos reconocer que estar entregado ante lo que se esta presentando en mi pintura y lo que estoy sintiendo mientras pinto tiene un gran poder sanador y transformador para el proceso creativo. Y por lo tanto en como afrontamos la vida.
4 Es muy parecido a una practica espiritual meditativa, En la cual una de las cosas que notamos mientras pintamos es mente, ego, personalidad, patrones de vida, y habitos que no te permiten ser una persona completamente integrada con tu ser intuitivo y creativo.
4 Cuando tenemos una relación espiritual con la pintura no tiene nada que ver con el resultado de la obra, sino con la conexión de uno mismo a un nivel mas profundo con nuestra alma y asi llegar al auto-conocimiento.
4 Esta practica nos enseña a ser intuitivos, a conectarnos con aquella parte interna nuestra que nos ayuda a tomar decisiones del corazón que son acertadas y que nos ayudan a vivir vidas felices confiando en nosotros mismos y nuestra guía interna.
4 Cuando pintamos con el corazón, lo que cuenta es la experiencia en el momento que estamos creando.
4Cuando logramos aceptarnos como somos, comenzamos a crear genuinamente de nuestro corazón y así volviendonos personas intuitivas, creativas, satisfechas, llenas de gozo, paz y confiadas.
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